Cuenta de ahorro o La tanda ¿Dónde guardo mi dinero?
¿Ya se peló el de la tanda y ahora qué hago? esta es una de las lamentables situaciones a las que nos arriesgamos cuando decidimos ahorrar de manera informal, pues una de las más grandes desventajas es que no es seguro, ni el ahorro, ni el recuperar tu dinero.
El ahorro informal
Las tandas son parte de la cultura financiera de nuestro país, sin embargo no son la mejor opción para todas aquellas personas que buscan generar un ahorro real, ya que aunque no seas consciente de ello te expones a que tu dinero valga menos a través del tiempo.
Otra de las situaciones a las que te expones es la delincuencia, supongamos que Doña Pilar, tu vecina desde hace años, te pregunta un día en la fila de las tortillas si te quieres unir a una tanda que está organizando, tú por la confianza que le tienes y las ganas de ahorrar le dices que sí.
Aunque Doña Pilar te asignó el número veinte no te desanimas y das tu primer pago, pero unos días después descubres que asaltaron a Doña Pilar y le quitaron todo el dinero de la tanda.
Con esta penosa situación todos los vecinos que participan en la tanda ya perdieron su dinero, situación que no pasa cuando tienes una cuenta de ahorro en un banco, pues los mecanismos formales de ahorro están protegidos por un seguro que da el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Así que en el peor de los escenarios y tu banco se declara en quiebra, este seguro te devolverá integro tu dinero. ¿Genial no crees?
Tener tus ahorros guardados bajo el colchón no te va a dar tantas oportunidades para ahorrar e incrementar tu dinero como abrir una cuenta de ahorro en una institución financiera, así que ¡no seas tan desconfiado!
El ahorro formal
Al abrir este tipo de cuenta puedes acceder a una cuenta de inversión, en la cual tu dinero se va a mantener en constante movimiento,y así además de ahorrar tu dinero irás generando una ganancia, que es mucho más de lo que te ofrece la tanda que organiza Doña Pilar o la de los godínez de tu oficina.
Así que recapitulemos, entrar a una tanda se considera un acto de buena voluntad, pues no hay ningún contrato de por medio que te respalde y en el que tampoco puedes obligar a la persona que lo organiza a regresarte tu dinero en caso de cualquier eventualidad, mientras que metiéndolo a una cuenta bancaria de ahorro estás en todo tu derecho de reclamar tus ahorros.
Ahora cuando Doña Pilar te pregunte en la fila de las tortillas si quisieras entrar a la tanda de la colonia, ya sabes que la respuesta es: ¡NO!
Stori Dato
El ahorro informal es muy popular en el país, el 32 por ciento de los mexicanos prefieren utilizar las tandas, un cochinito, un garrafón, entre otras muchas opciones como una manera de guardar su dinero mientras que sólo el 15 por ciento de los mexicanos mete sus ahorros a un bancos y otras entidades financieras. ¿De qué lado estás tú?
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