¿Cómo administrar mi dinero para que rinda?
Cada familia es única, puede ser de mamá e hija adolescente, de una pareja con perro, de mamá, papá, hijos y abuela, de roomies, ¡y más! Y aún en esa diversidad, hay algo en común: el dinero atraviesa todo el hogar. Así que preparamos este artículo con recomendaciones para mejorar la administración del dinero en familia y lograr una vida financiera más tranquila y plena.
¿De qué hablamos cuando hablamos de economía doméstica?
La palabra “economía” guarda algo en su etimología. Viene del griego oikos, que significa casa, y nemein, que significa administración. O sea, economía, en su origen, significaba la administración del hogar. Hoy, la definición es mucho más amplía, y por eso necesitamos el adjetivo “doméstica” para diferenciarla. Pero lo que queremos decirte con esto es que la economía familiar, la que sucede dentro de los hogares, es la primera economía. ¡Y por eso es importantísimo entenderla para, así, mejorarla!
Se trata de gestionar los ingresos y gastos de manera inteligente para mantener la estabilidad económica y mejorar el bienestar de tu familia a largo plazo. Básicamente, es cómo manejas el dinero dentro de tu casa.
¿Cómo administrar la economía doméstica?
- Evaluar la situación
No nos cansaremos de repetirlo: voltear a ver hacia adentro es importantísimo para empezar a trazar tu stori de éxito. Cuando se trata de economía familiar, lo importante es hacer un análisis de todos los ingresos y gastos que hay en el hogar. ¿Quiénes traen dinero a la casa? ¿Cuánto? ¿Todos los meses son iguales? ¿Cuáles son los gastos mensuales obligatorios? ¿Tienen deudas que pagar? ¿Cuánto dinero tienen ahorrado? ¿Qué tipo de productos financieros tienen (por ejemplo, cuentas bancarias, tarjetas de crédito, inversiones)?
Antes de empezar a implementar cualquier cambio en la administración de tus finanzas, lo importante es echarte un clavado en tus finanzas actuales y la relación que tienen con el dinero. Ahora que ya tienes todas esas respuestas en mente, ¡pasa al siguiente punto!
- Presupuesto familiar
Es hora de sacar el Excel, una herramienta poderosísima para finanzas personales sanas. Así como harías el presupuesto de una fiesta o de un viaje, tienes que hacer lo mismo para tus finanzas familiares. ¡Manos a la obra! Empieza por capturar los ingresos que recibe cada integrante de tu familia, te recomendamos hacerlo por mes, así puedes registrar si estos cambian. Por ejemplo, si trabajas en un curso de verano, ese ingreso no lo tienes todo el año, solo durante esos meses. Ahora también registra tus gastos por mes y establece límites claros para cada categoría de gastos, como alimentos, transporte, entretenimiento y ahorros (porque sí, el ahorro debe de ser considerando un gasto). Prioriza los gastos según su importancia y ajusta el presupuesto según sea necesario para alcanzar tus metas financieras, de las que ya hablaremos en el punto 5.
- ¡A optimizar las finanzas familiares!
Ahora la cuestión está en encontrar cómo reducir tus gastos, por ejemplo, quizás estás pagando una plataforma de streaming que nunca has usado, o la fruta en tal mercado es igual de buena, pero más accesible. Acuérdate que todo suma. Si buscas optimizar tus gastos, lo mejor es que analices qué intereses estás generando en tus préstamos y, si tienes dinero disponible, empieza por pagar tus deudas con los intereses más altos.
- Incluye a los más peques
Si no es tu caso, pasa al siguiente punto. Si tienes hijos o hijas, esto te interesa: ¡la educación financiera empieza desde la cuna! Enséñales a los niños sobre la importancia del ahorro, la diferencia entre necesidades y deseos, y cómo administrar su dinero de manera responsable desde una edad temprana. Mostrarles con el ejemplo es la forma más efectiva de educar y criar personas con relaciones sanas con el dinero.
- ¿Y tus metas?
Tus objetivos financieros son la brújula para empezar a tomar acciones que te lleven ahí. Para esto te recomendamos distinguir tus metas de corto, mediano y largo plazo, y construir estrategias específicas para cada una de ellas.
Corto plazo
Son las metas que tienes en los próximos 0 a 3 años, puede ser un viaje, unos tenis, una computadora, ¡lo que se te ocurra! Para estos planes, te recomendamos invertir tus ahorros en un producto financiero que te ofrezca liquidez inmediata. Como nuestra Stori Cuenta+, que te permite disponer de tu dinero 24/7 mientras crece[1]. En este blog tenemos más información del tema.
Mediano plazo
Son las metas que tienes en los próximos 3 a 10 años, puede ser comprar un coche, pagar la universidad de tus hijos, empezar un negocio, ¡ir a París! Para esto necesitas empezar a crear un portafolio de inversión e intentar depositar un monto todos los meses. La constancia es clave.
Largo plazo
Estas son tus metas a más de 10 años, por ejemplo, comprar la casa de tus sueños o crear un plan para el retiro (es decir, para el día que dejes de trabajar). Lo importante es que tus decisiones financieras de hoy son ladrillos para la edificación de tu futuro. Cuida tus finanzas, ¡te lo agradecerás!
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