¿Qué significa “egreso” en finanzas?
El egreso es una parte esencial de la gestión financiera, tanto a nivel personal como empresarial. Si entiendes qué son y cómo manejarlos de forma inteligente, puedes lograr la estabilidad y tranquilidad financiera que siempre has buscado. Aquí te contamos más sobre los egresos, qué tipos de egresos existen y algunas estrategias para que puedas gestionar los tuyos.
¿Qué es un egreso en finanzas?
Definición de: egreso
Un egreso es cualquier salida de dinero, es decir, se trata de un gasto. Y, en tus finanzas personales, estos gastos pueden surgir de diversas actividades: la colegiatura de tus peques, el pago mensual de la renta, los tenis que llevaban meses en tu carrito, los taquitos que te echaste después de la fiesta, las flores que llevaste a casa de tu suegra, el pago de tu tarjeta de crédito, ¡lo que se te ocurra!
En el contexto empresarial la cosa es un poco diferente, los egresos consisten en todos esos gastos que se hacen para llevar a cabo las operaciones diarias: la renta de la oficina, el pago a proveedores, la materia prima, la nómina.
Lo que tienen en común tanto el ámbito de negocios como el personal, es que en ambos una buena gestión de los egresos es clave para mantener el control del dinero y alcanzar un bienestar financiero.
¿Qué tipos de egreso existen?
Los egresos pueden clasificarse en diferentes categorías, dependiendo de su naturaleza y finalidad. Estos son algunos de los más comunes.
Egresos fijos
Estos son gastos recurrentes que se mantienen relativamente constantes, mes a mes. Ejemplos típicos de egresos fijos son la renta, la luz e internet, el pago de plataformas de streaming o la colegiatura de tus hijos. Lo que tienes que saber es que estos gastos son predecibles y, por lo tanto, más fáciles de planificar.
Egresos variables
A diferencia de los egresos fijos, estos gastos pueden cambiar totalmente cada mes. Incluyen gastos como el súper, las salidas a restaurantes, los regalos (piensa en la época navideña), los viajes. Aunque son menos predecibles, es importante identificar los patrones, por ejemplo, ya sabes que diciembre y verano son meses de gasto, ¡anticípate!
Egresos discrecionales
Se trata de gastos no esenciales que dependen de la situación financiera del momento. Aquí entran las vacaciones, la compra de ropa, el viaje al que decides si vas o no vas. Si estás con poca solvencia, estos son los gastos que primero puedes (y debe) recortar para seguir cumpliendo con tus responsabilidades de pago.
Egresos de capital
En un contexto empresarial, estos son gastos relacionados con la adquisición o mejora de activos a largo plazo, por ejemplo, la compra de maquinaria y equipo, o la renovación de instalaciones. Aunque implican un desembolso inicial significativo, suelen traer beneficios a largo plazo para la empresa.
Egresos operativos
Son aquellos gastos necesarios para mantener las operaciones diarias de una empresa, como los salarios, el costo de las materias primas y el mantenimiento de equipos. Estos gastos son esenciales para el funcionamiento del negocio.
Ahora que ya sabes esto, te recomendamos enlistar todos los egresos y marcar a qué tipo de egreso pertenece, eso te dará una noción de tu panorama financiero.
¿Cómo controlar el egreso o gasto mensual?
Como ves, el control de los egresos es fundamental para mantener una salud financiera adecuada, tanto en tu casa como en tu negocio. Y aquí te traemos algunas estrategias que seguramente te van a acercar a un mejor manejo de tus finanzas.
- Presupuestar: preparar un presupuesto es el primer paso para controlar los egresos, para esto tienes que enlistar todos tus gastos, especificar la categoría y asignar un máximo. Un presupuesto bien hecho te ayudará a identificar gastos innecesarios y a priorizar lo esencial.
- Monitorear los gastos: llevar un registro detallado de todos los egresos ayuda a identificar patrones de gasto y áreas en las que puede reducir. Existen muchísimas aplicaciones y herramientas digitales que hacen mucho más fácil el registro y seguimiento de tus egresos.
- Establecer metas de ahorro e inversión: definir objetivos de ahorro e inversión claros puede motivarte a reducir los gastos. Una de nuestras estrategias favoritas es empezar a ver el ahorro y la inversión como un gasto fijo y obligatorio, y no como un opcional. Échale un ojo a nuestra Stori Cuenta+, es el lugar perfecto para arrancar con el hábito del ahorro mientras ves crecer tu dinero todos los días.
- Evaluar regularmente: de nada sirve un presupuesto si no se adapta a la realidad, así que revísalo de forma periódica y haz los ajustes necesarios. Si ya nació tu bebé, si cortaste con tu pareja, si tienes un nuevo empleo, ¡todo modifica tus planes! No tengas miedo de cambiar los planes y mira si estás avanzando rumbo a tus objetivos.
- Reducir los gastos innecesarios: si haces una lista de tus gastos, seguro podrás darte cuenta de que pagas una suscripción que no usas o de que siempre compras alcaparras en el súper y nunca las usas. Identificar y eliminar estos gastos es clave para avanzar hacia tu tranquilidad financiera.
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