La guía definitiva para armarte un presupuesto a prueba de gastos hormiga
Olvida todo lo que sabes hasta ahora sobre cómo hacer un presupuesto personal. Estos 3 pasos son todo lo que necesitas para que hagas uno que realmente te funcione. Llegó el momento de ponerle orden a tus finanzas y todo empieza con un plan de gastos bien elaborado.
¡Toma nota! Porque a lo largo de este artículo encontrarás las claves para conseguir un presupuesto a prueba de gastos no planeados y un truco especial para acercarte a tus metas más rápido.
Tabla de contenido: guía para hacer un presupuesto personal que SÍ te funcione
- ¿Qué es un presupuesto?
- ¿Para qué sirve realmente un presupuesto personal?
- ¿Por qué es bueno tener un presupuesto personal?
- ¿Cómo se hace un presupuesto personal que funcione?
- Excusas comunes para no hacer un presupuesto
- ¿Te imaginas ver tu dinero crecer todos los días al despertar?
¿Qué es un presupuesto?
En esencia, un presupuesto es una herramienta financiera que te permite llevar control de tus ingresos y egresos. O dicho de otra manera, es un plan que te ayuda a llevar un control de cuánto dinero ganas y en qué gastas ese dinero.
Podemos ver un presupuesto también como una herramienta que te ayuda a definir cuál es ese estado ideal en el que te gustaría tener tus finanzas. Es como una guía donde tu decides en qué vas a usar tu dinero para sacarle mayor provecho.
La recomendación más común es que planees tu presupuesto cada mes. Ya con la práctica, podrás hacer presupuestos para planear tus gastos de varios meses o incluso, de varios años.
¿Para qué sirve realmente un presupuesto personal?
Un presupuesto personal bien elaborado te sirve para:
- Tener un registro que te ayude a estar alerta cuando te falte o te sobre dinero.
- Analizar mejor tus opciones y tomar decisiones más acertadas que te acerquen a tus metas.
- Planear una estrategia financiera para que el dinero te rinda a lo largo de un periodo.
- Usar tu dinero de manera inteligente, de manera que maximices su valor en cada compra.
- Identificar cuando es necesario haces ajustes en tu vida personal para que el dinero no te haga falta.
- Conocerte mejor y darte cuenta qué estás priorizando en tu vida según la manera en que usas tu dinero.
En las finanzas personales tienes 2 opciones para que el dinero te rinda: o gastas menos, o ganas más. El presupuesto personal te sirve precisamente para identificar tanto tus fuentes de ingresos como todos los pagos que debes realizar. Así, podrás encontrar oportunidades para hacer rendir más tu dinero, ya sea reduciendo tu consumo o buscando nuevas maneras de ganar dinero.
Importante: por sí solo, un presupuesto no te va a traer la libertad financiera que deseas. Pero lo que sí puede darte es orden, control y claridad sobre lo que haces con tu dinero. Tener un presupuesto bien definido te permite saber cuándo y a dónde se va cada peso que sale de tu bolsillo.
Podrás ganar todo el dinero que siempre has soñado. Pero, si no tomas el control con ayuda de un presupuesto, todo el dinero que ganes, se te irá de las manos sin que te des cuenta.
¿Por qué es bueno tener un presupuesto personal?
Presupuestar te permite anticiparte a los gastos que se vienen mes con mes para que así puedas tomar mejores decisiones financieras. No importa si sientes que ahora mismo tus ingresos no te alcanzan. Si aprendes a administrarte con ayuda de un presupuesto, tu dinero te va a rendir para los gastos y los gustos del día a día.
Y sí, es importante disfrutar tu presente, mereces consentirte y disfrutar de tu dinero hoy. Pero no olvides también darle importancia a tu yo del futuro. Ahí es donde el presupuesto se convierte en una herramienta clave de las finanzas personales que te permite cuidar de ti de manera anticipada.
Siempre espera lo mejor. Siempre prepárate para lo peor.
¿Lo sabías?
En el mundo empresarial, existe un tipo de presupuesto llamado presupuesto maestro o master budget, cuya principal función es definir un plan financiero que permita a una empresa conseguir sus objetivos a corto y largo plazo.
Ahora imagínate: si las empresas hacen uso de este tipo de herramientas para asegurar su éxito financiero, ¿no crees que sería buena idea hacer un presupuesto personal para conseguir tus metas?
¿Cómo se hace un presupuesto personal que funcione?
Hacer un presupuesto personal puede ser tan sencillo o detallado como lo desees. Pero para que funcione, necesitas de estas 3 etapas clave:
Planeación. Seguimiento. Ajustes. Veamos cada una a detalle.
Etapa 1: planeación del presupuesto
Primero, conoce tus ingresos y tus gastos
Lo primero que tienes que revisar al planear tu presupuesto personal es conocer de dónde obtienes tu dinero y a dónde se va cada mes. Para ello, primero haz un listado de todas tus fuentes de ingresos. Por ejemplo:
- Sueldo
- Rendimientos
- Bonos
- Trabajitos extra
- Entre otros ingresos
Una vez que sabes de dónde viene tu dinero, ahora debes hacer una lista de todos los gastos que realizas cada mes. Estos pueden ser gastos como:
- Pago de renta o hipoteca
- Pago de servicios
- Pago de colegiatura y membresías
- Gastos en despensa y alimentos
- Gastos de transporte, ropa y entretenimiento
- Entre otros gastos
Si pagas regularmente con tarjeta, es mucho más fácil llevar seguimiento de todos tus gastos, pues en tus estados de cuenta quedan registrados todos tus movimientos. En caso de no poder rastrear todos los gastos que hiciste en los últimos meses, permítete empezar a llevar el registro a partir de este nuevo mes y, al finalizar, ahora sí podrás planear un presupuesto más realista.
Este listado de tus fuentes de ingresos y los gastos que debes realizar es suficiente como base para empezar a armar tu presupuesto. Ahora, si deseas añadirle una capa más de detalle, podrías clasificar cada uno de estos movimientos.
¿Cómo clasificar los ingresos y gastos en un presupuesto?
Clasificación según la frecuencia del movimiento
- Fijos: es cuando los gastos o ingresos se dan en una misma fecha repetida y/o con montos siempre iguales. Por ejemplo, si cobras sueldo cada quincena. Los pagos de tus servicios de luz, agua e internet. La renta o hipoteca del lugar donde vives, colegiaturas, pago de deudas, etc.
- Variables: son aquellos movimientos de dinero que no tienen una fecha establecida. Por ejemplo, un ingreso variable podrían ser trabajitos extra que realices. O si tienes un emprendimiento, los ingresos pueden ser diferentes cada mes. Un gasto variable podría ser la compra de la despensa o los gastos en transporte.
Clasificación según el tipo de movimiento
- Hormiga: son aquellos gastos o ingresos constantes cuyos montos suelen ser muy pequeños. A simple vista, no parecen tener gran importancia. Pero, cuando haces un seguimiento minucioso, puedes darte cuenta del impacto que tienen en tus finanzas, ya sea para bien o para mal. Un gasto hormiga podría ser la compra diaria de un café. Un ingreso hormiga pueden ser los rendimientos diarios que recibes en una cuenta de depósitos.
- Imprevistos: se trata de aquellos movimientos que llegan de la nada y sin haberlos planeado. Por ejemplo, un gasto imprevisto puede ser el pago de medicamentos por una enfermedad o la reparación de algún electrodoméstico. Los ingresos imprevistos suelen ser menos comunes, pero llegan a suceder, por ejemplo, al recibir dinero como obsequio de cumpleaños.
- Oportunidades: son similares a los imprevistos, con la diferencia que tienen un impacto positivo. Esta categoría aplica más a los gastos. Por ejemplo, imagina que quieres estrenar refrigerador nuevo y casualmente encuentras uno perfecto a un precio especial. Quizá no lo tenías contemplado en tu presupuesto, pero es una oportunidad única y decides comprarlo. Aunque es un gasto fuera de tu presupuesto, es la oportunidad que estabas buscando. Y lo más probable es que pudiste permitírtela al tener las herramientas financieras correctas, ya sea un fondo de emergencias o una tarjeta de crédito.
No necesitas usar todas las categorías e incluso tú puedes definir tus propias categorías en tu presupuesto. Tampoco es obligatorio que clasifiques todos tus ingresos y egresos. Pero sin duda, puede ayudarte a tener más visibilidad de cómo tu dinero se comporta a lo largo de un mes y así realizar ajustes en tu presupuesto.
Ahora que conoces tus movimientos mensuales, establece una meta
Seguimos en la etapa de planeación de tu presupuesto. ¿Ya viste a dónde se fue el dinero de tus últimas quincenas?
Conocer todos los gastos que haces en un mes es conocerte y descubrir qué estás priorizando con tu dinero. Saber esta información puede hacerte sentir satisfacción o el deseo de cambiar. Cual sea el caso, ahora queda entre tus manos decidir si quieres seguir usando tu dinero de la manera en la que lo has venido haciendo o ponerte nuevos objetivos.
Por ejemplo, supongamos que este año te pusiste el propósito de empezar a ir al gym para mejorar tu salud. Pero, al hacer el listado de tus gastos, notaste que llevas 2 semanas comprando comida rápida y eso no te ha permitido ahorrar dinero para pagarte una membresía en algún gimnasio.
Recomendado: ¿cómo ahorrar dinero? Guía completa para principiantes.
¿Qué hacer ahora que lo sabes? Podrías considerar reducir tu gasto en comida callejera y optar por cocinar en casa. Esto te permitiría llevar un mejor control de tu alimentación y encima te ayudaría a ahorrarte unos pesos, mismos que puedes usar para pagarte una suscripción a un gimnasio y así cumplir tu propósito de Año Nuevo.
De esta manera generas nuevos hábitos que te acerquen a tus metas pesito a pesito.
Etapa 2: dar seguimiento al presupuesto
De acuerdo, ya tienes tu presupuesto anti gastos hormiga perfectamente planeado, listo para ponerlo en marcha y, ahora sí, vivir la vida financiera que te mereces, ¿cierto? Pero oh, sorpresa.
- Primero, se te atravesaron unos descuentos en artículos que no tenías planeado comprar y se te hizo fácil dar el tarjetazo. Primer strike.
- Luego, olvidaste que era tu aniversario y le compraste un detalle especial de último momento a tu pareja (que le encantó, por cierto). Segundo strike.
- Y, al final, te ganó la tentación de comprar comida toda una semana… aunque sí cumpliste con ir al gym. Al menos eso te reconforta un poco. Tercer strike.
Lo cierto es que, cumplir con un presupuesto al pie de la letra es más complicado de lo que puedas imaginar. Y te vas a dar cuenta una vez que empieces a darle seguimiento.
Tan solo piénsalo: llevas meses, si no es que años, cultivando ciertos hábitos como pedir comida fuera de casa, usar tu tarjeta de crédito para salir de compras cada fin de semana o cualquier otro hábito de consumo. Y esto definitivamente sí influye al momento de querer hacer un cambio.
Entonces, ¿deberías olvidarte de todo lo que has aprendido hasta ahora y aceptar que tus finanzas están destinadas al fracaso? 🫨 Por supuesto que no. Cuando esto suceda, respira hondo y tómalo con calma.
Dar seguimiento a tu presupuesto es fundamental para que puedas medir tu progreso y darte cuenta dónde necesitas hacer ajustes. No tiene por qué ser una causa de estrés y esta es precisamente una de las razones por las que las personas fallan al hacer un presupuesto o incluso se niegan a hacer uno. Una vez más: tómalo con calma.
Está bien si tus planes no salieron a la primera, ¡es tu primer presupuesto! Se vale, entonces, hacer ajustes cada vez que lo necesites para poder darle un uso más inteligente a tu dinero todos los días. Así que no temas hacer el seguimiento de tu presupuesto personal. Es necesario para cumplir con la última etapa y tener un presupuesto que realmente te funcione.
Etapa 3: realizar ajustes al presupuesto
De acuerdo, ya estás por comenzar un nuevo mes y llegó el momento de hacer un nuevo presupuesto. ¿Cómo vas con el progreso de tus metas? En la etapa de ajustes es donde puedes tomar nuevas decisiones que te ayuden a hacer rendir mejor tu dinero.
Usar la regla 50-30-20 puede ayudarte a cumplir tu presupuesto
Seguramente has escuchado hablar de esta popular regla financiera y si no, aquí te explicamos en breve cómo funciona. Consiste en dividir tus gastos en 3 partes:
- 50% dedicarlo al pago de gastos necesarios. Esto incluye renta, servicios y alimentación.
- 30% dedicarlo a darte el gusto. Ya sean salidas al cine, comidas fuera de casa o comprar ropa.
- 20% dedicarlo al ahorro, inversión y/o el pago de deudas. Es el porcentaje más pequeño y, sin embargo, el que te garantiza un mejor futuro financiero.
En la etapa de ajustes de un presupuesto puedes hacer uso de esta regla para decidir qué gastos debes recortar y así evitar que haya un desequilibrio en tus finanzas. Te contamos más detalles sobre la regla 50-30-20 aquí.
Tal vez sí necesitas comprar comida varios días a la semana, porque eso te ahorra tiempo de cocinar, mismo que puedes usar para dedicarle unos minutos extra al gym. Tal vez, entonces, lo que necesitas es recortar gastos de otra categoría.
Por ejemplo, quizás hayas notado que llevas meses pagando una suscripción de películas que hace tiempo ya no utilizas. Y aunque te digas “esta vez sí la voy a usar”, la realidad es que llevas semanas sin mirar una película nueva. Entonces, aquí valdría la pena hacer un ajuste y decidir que, por este mes, no vas a pagar esta membresía. Estupendo, has tomado una nueva decisión.
Con el paso de los días, podrás definir si fue la decisión correcta o si en realidad sí necesitabas pagar esa membresía. Pero ese es justo el punto: tu presupuesto personal no tiene por qué ser un obstáculo que limite tus gustos. Al contrario, úsalo como esa herramienta que te ayudará a decidir qué es lo mejor que puedes hacer con tu dinero para que puedas notar el verdadero cambio que deseas en tus finanzas.
Recomendado: sí, tomar en cuenta el factor emocional al planear un presupuesto también es importante para poder cumplirlo.
Y así, con estas 3 etapas es como puedes, por fin, hacer un presupuesto personal que realmente se adapte no solo a tus necesidades sino también a tus deseos y aspiraciones. Repite este proceso cada mes y verás cómo se hace más fácil cada vez.
Excusas comunes para no hacer un presupuesto
- “No tengo tiempo”: el tiempo es un recurso que podríamos considerar incluso más valioso que el dinero. Quien realmente desea mejorar su situación financiera, encuentra un momento en el día para cuidar de sus finanzas.
- “Ver mis gastos me abruma”: de acuerdo, es válido sentir temor por ver en qué has estado gastando tu dinero. Pero de todos modos, aunque ignores tus gastos, eso no evita que tu bolsillo siga teniendo fugas. ¿No crees que valdría la pena sentarte a revisar en qué has usado tu dinero?
- “Me basta con llevar el control de mis gastos en mi mente”: usar tu cerebro como un bloc de notas no es la manera más eficiente de usarlo. Tener un presupuesto puede ayudarte a liberar espacio en tu mente para enfocar tu energía en encontrar nuevas maneras de maximizar tus ingresos y mejorar tus finanzas.
- “Ya lo he intentado, pero no me funcionó”: ¿y si pruebas de nuevo tomando en cuenta los consejos que aquí te damos?
¿Qué otras excusas te estás poniendo tú para no poner tus finanzas en orden?
¡Vaya! Así que llegaste hasta aquí. Felicidades. Mejorar tu situación financiera puede tomar tiempo, pero sí es posible y vale completamente todo el esfuerzo que le dediques. Tener unas finanzas saludables te brindará la tranquilidad de saber que estás usando tu dinero para cubrir todas tus necesidades y, encima, darte uno que otro gusto.
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